• El banco central hace un guiño a la economía al frenar el recorte de balance
  • Frena la venta de bonos y activos de 25.000 a 5.000 millones mensuales
  • Powell cree que el efecto de los aranceles sobre la inflación será "transitorio"

La Reserva Federal ha cumplido con las expectativas de los mercados, manteniendo los tipos de interés estables en el rango del 4,25% al 4,50%, pero la clave ha estado en el discurso de Jerome Powell, que ha minimizado el impacto de los aranceles sobre la inflación, calificándola de "transitoria". Las previsiones del banco central apenas empeoran las previsiones de inflación para 2026 y 2027. Además, el FOMC sigue manteniendo dos recortes de tipos para este año. La Fed también ha tenido un guiño con la economía al frenar drásticamente la reducción de su hoja de balance: la venta de bonos del Tesoro que lleva ejecutando desde 2022 caerá a apenas 5.000 millones mensuales a partir de abril. Supone un guiño 'dovish' para la economía, al frenar el endurecimiento monetario que suponía esta práctica.

La clave de la reunión ha estado en la seguridad con la que Powell ha asegurado que el efecto de los aranceles sobre la inflación será "transitorio" y que no causará una subida permanente de precios, sino solo uno temporal. Wall Street ha reaccionado con subidas de más del 2%. Las palabras de Powell han sido música celestial para los oídos de los inversores. Se esperaba un tono claramente estanflacionario en su discurso y en el comunicado y un Powell que fuera más 'hawkish' de lo previsto. Sin embargo, la realidad ha sido la opuesta: el tono más conciliatorio y con menor miedo a la inflación de lo temido ha reanimado a las bolsas.

Pese a ello, las previsiones siguen siendo tan malas como se temían. La Fed ha empeorado el crecimiento económico para este año. Si la Fed esperaba en diciembre que el PIB creciese a un ritmo del 2,1% este año, ahora espera que lo haga a un 1,7%, cuatro décimas más lento, pero ni rastro de la temida estanflación. Ni hay recesión o estancamiento a la vista, ni un aumento preocupante de la inflación, por lo que el escenario de estanflación, por ahora, queda fuera de la mesa. Y este aspecto es muy importante. La Fed de Atlanta había hecho saltar las alarmas con una previsión de contracción de la economía muy fuerte.

Y es que la llegada de Trump a la Casa Blanca, con las propuestas políticas que ha planteado, han dado la vuelta a las perspectivas macroeconómicas que había hasta la fecha. En las últimas semanas los mercados han empezado a descontar que el efecto de las políticas de la nueva administración será negativo para el crecimiento, al tiempo que aumenta el riesgo inflacionista, el peor cóctel posible para el objetivo de la Fed (estabilidad de precios y pleno empleo). Este escenario de estanflación se ha convertido en el gran peligro para la Fed. El mercado, analistas e inversores esperaban algún toque de atención para Trump, pero Powell se ha mantenido más conciliador que nunca y esa bandera ha sido despejando los riesgos para la inflación.

Eso sí, la última vez que la Fed vaticinó que la inflación sería "transitoria", en 2021, esta acabó llegando para quedarse y aún no ha terminado de irse, ha recordado Mohamed El-Erian, analista principal de Allianz.

"Separar la señal del ruido"
Powell hizo hincapié en la "alta incertidumbre" que rodea a la política comercial. "Tenemos que separar la señal del ruido. Estamos bien situados para esperar hasta tener más claridad de los efectos de la política sobre la economía", aseguró. "No necesitamos tener prisa", fue su resumen.

El presidente de la Fed describió así sus opciones para los próximos meses: "Si la economía sigue fuerte y la inflación no cae hasta el 2%, mantendremos la política actual. Si el mercado laboral se debilita, o la inflación cae más rápidamente hacia nuestro objetivo, podremos actuar rápidamente". En otras palabras, la Fed se encuentra en un compás de espera antes de decidir hacia dónde tirar.

Respecto al recorte de las ventas de bonos, Powell explicó que habían detectado "una cierta tensión" en los mercados monetarios, por lo que han decidido dejar de retirar liquidez. Aun así, el presidente de la institución ha insistido en que seguirán reduciendo su hoja de balance en el medio plazo, aunque sea más lentamente.

Cambios en el comunicado
La Reserva Federal ha matizado su comunicado oficial en esta reunión, pese a las palabras de Powell, con dos cambios significativos: el primero ha sido eliminar la referencia que mantenía en sus discursos pasados, hasta el encuentro de enero, con la que explicaba que "los riesgos para alcanzar el objetivo de empleo e inflación están, en general, equilibrados". Borrar esta frase del mensaje oficial es importante, y supone un reconocimiento por parte del banco central de que la situación es ahora más complicada que a principios de año, de cara al cumplimiento de su objetivo.

El segundo cambio ha sido incluir la explicación de los cambios que va a llevar a cabo en su balance. Si hasta ahora la Fed recortaba su balance de activos a un ritmo de 25.000 millones de dólares mensuales, ahora pasará a hacerlo a 5.000 millones cada mes, un recorte importante que supone frenar un proceso que servía como una subida de tipos encubierta. Este paso supone un reconocimiento de que la economía necesita algo más de apoyo, pero que todavía es demasiado pronto para sacar las medidas más potentes, por lo que prefiere optar una vía algo menos directa que una bajada de tipos.

Respecto al recorte de las ventas de bonos, Powell ha explicado que habían detectado "una cierta tensión" en los mercados monetarios, por lo que han decidido dejar de retirar liquidez. Aun así, el presidente de la institución ha insistido en que seguirán reduciendo su hoja de balance en el medio plazo, aunque sea más lentamente.

La pausa en los recortes de tipos estaba más que descontada: la herramienta FedWatch otorgaba un 99% de probabilidades a que el banco central estadounidense optara por no tocar los tipos y sentarse a esperar, ante la incertidumbre desatada por la caótica política económica de Donald Trump. El presidente ha prometido una revolución proteccionista el próximo 2 de abril, cuando impondrá aranceles a diestro y siniestro a prácticamente todos los países del mundo. Esa fecha puede sentar la base de las próximas decisiones de la Fed.

De momento, el mercado tiene el dot plot, que se mantiene sin ningún cambio. Para muchos inversores este gráfico es la clave para descifrar la hoja de ruta que seguirá la Fed en los próximos meses, y el hecho de que se mantenga invariable es una señal del banco central de que sus perspectivas macroeconómicas no han cambiado tanto.

Los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto mantienen la estimación de que habrá dos recortes de tipos este año de 25 puntos básicos cada uno, hasta dejar el precio del dinero en la horquilla del 3,75% - 4%. En 2026, si se cumplen sus previsiones, habrá otros dos recortes de tipos del mismo calibre, hasta dejarlos en el 3,25% - 3,5%, y para 2027 esperan un sólo recorte, que dejará el precio del dinero entre el 3% y el 3,25%.