Este año, el tradicional “Curso para inversores bursátiles” que dicta la Fundación Bolsa de Comercio de Buenos Aires tiene lugar de manera virtual, por YouTube. Se trata de una capacitación para público en general, con poco o ningún conocimiento en temas de mercado de capitales, que se ofrece a lo largo de 9 clases. En su ultima edición, el Curso se llevó a cabo todos los martes y jueves de 18.00 a 19.00, entre el 16 de marzo y el 15 de abril.


En esta oportunidad, la clase inaugural estuvo a cargo del gerente de Difusión y Desarrollo de Mercado de Capitales de la BCBA, Claudio Zuchovicki. “Si ustedes necesitan girar en descubierto, pagar con un cheque, o hacer cualquier otra operación de corto plazo, van al banco –planteó el economista de la Bolsa a los participantes–. En cambio, si necesitan un crédito a varios años, el lugar para obtenerlo es el mercado de capitales: allí pueden tomar deuda con cheques de pago diferido, operar con obligaciones negociables si el plazo es más extenso, o incluso emitir acciones, que es una forma de crédito perpetuo, porque no tiene vencimiento».

 

             

 

 “¿Por qué en la Argentina tenemos un mercado de capitales tan chico? Porque sin una moneda estable no podemos pensar en el largo plazo”, explicó Zuchovicki, y añadió: “Si no puedo fijar el precio en pesos del alquiler de un local a más de tres años, ¿cómo hago para fijar la deuda de una compañía en un período similar? Por eso, la mayoría prefiere operar en moneda estable; y para el que está endeudado en dólares, la volatilidad es terrible por las fluctuaciones del tipo de cambio. Por eso, en la Argentina y en otros países inestables nos cuesta tanto generar crédito a largo plazo. Pero ése es nuestro objetivo”.

El gerente de Mercado de Capitales de la Bolsa exhortó a los asistentes a cambiar esta realidad: “Hay una nueva generación, la de ustedes, que muestra interés al participar de este curso. Ojalá ustedes sean mejores que nosotros y puedan dinamizar un mercado mucho más pleno. El objetivo de esta capacitación es que aprendan a pensar por ustedes mismos, y que finalmente terminen haciendo lo que su olfato de inversores les diga. Porque la única inversión que se sostiene es la de la idea que realmente quiero, la idea que compro”.